LIMBO

La espera no es simplemente un intervalo vacío entre dos momentos ni un lugar etéreo donde el tiempo se suspende. La espera, como metáfora de la gestación creativa, es un espacio fértil donde las ideas se forman, se revisan y se perfeccionan, y en el que cada elemento aguarda pacientemente su momento para revelarse.

Entra en el limbo, un terreno intermedio que no es cielo ni infierno, que no es ni aquí ni allá. Un lugar de reposo, de stand-by, un refugio de reflexión y preparación. Un limbo lleno de posibilidades donde las propuestas flotan en estado de latencia, aguardando para emerger. Un terreno intermedio en el que cada segundo se estira, permitiendo a las ideas madurar lentamente.

Lara me contó algunas cosas, no muchas, pero suficientes para entender que esta exposición era la oportunidad de mostrar dibujos y piezas que, por diversos motivos, habían sido descartadas de otros montajes. Material que queda, un cajón de sastre, un gabinete de curiosidades. Y es que los artistas producen mucho más de lo que muestran o logran introducir en el mercado. ¿Sobreproducción? No exactamente. Archivo o depósito de pruebas necesario en la búsqueda de resultados. Un lugar que permite que todas las posibilidades permanezcan abiertas y un recordatorio de que la creación no es un acto instantáneo, sino un proceso de lenta gestación. Cada boceto, cada fragmento de material, cada pequeña construcción tiene un valor intrínseco. Es un espacio para la experimentación, para probar y dejar que las ideas se nutran y maduren a su propio ritmo. En el limbo de la creación, los lapsos temporales no son pausas, sino una preparación: zonas de reflexión, de búsqueda y descubrimiento.

Las paredes de esta muestra están revestidas de pequeñas piezas de PVC esmaltado (a las que Lara denomina cariñosamente Frankensteins) y de una serie de acuarelas que aguardan la oportunidad de convertirse en instalaciones. Son ejercicios de composición que baraja en su cabeza: dibujos precisos, realizados en grafito y acuarela, sobre un papel de estraza gris, sencillo y vulnerable. Cada trazo, cada línea, trae consigo la promesa de convertirse en una escultura. Son anteproyectos a la espera de dar vida a estructuras modulares que desafían las convenciones, transforman el espacio y despiertan la curiosidad del espectador. Arquitecturas que podrían estar basadas en el juego con el material: los tubos de PVC facilitan la construcción, el montaje y el desmontaje, a fin de explorar todas las opciones posibles. Sorprendentemente, Lara no construye directamente con el material. Previamente, y de manera exquisita, juega en su mente con el espacio, dando forma a sus composiciones con un lápiz; creando piezas que se entrelazan, llenas de empalmes, codos y conectores, y en donde las tuberías se despojan de su función utilitaria para convertirse en portadoras de una narrativa visual única, recordándonos que la belleza puede encontrarse en los lugares más insospechados.

En esta sociedad acelerada, donde la inmediatez se valora por encima de todo, esperar puede parecer una contradicción. Sin embargo, es precisamente durante esos momentos de aparente inactividad cuando se produce el verdadero desarrollo y la transformación. Cada trabajo aquí presentado es una historia en proceso, recordándonos que en el arte, como en la vida, las pausas y los momentos de reflexión son esenciales. Reencontrarnos después de catorce años (en el limbo), ha sido una gran suerte. Un regalo de experiencias compartidas que, en palabras de Lara, ha cerrado un círculo, pero lo cierto es que ha abierto muchos otros.

Sara Vilar Garcia
Exhibition curator

LIMBO

Waiting is not simply an empty interval between two moments or an ethereal place where time is suspended. Waiting, as a metaphor for creative gestation, is a fertile space where ideas are formed, revised and perfected, and where each element patiently awaits its moment to reveal itself.
Enter limbo, a middle ground that is neither heaven nor hell, neither here nor there. A place of rest, of stand-by, a refuge of reflection and preparation. A limbo full of possibilities where proposals float in a state of latency, waiting to emerge. A middle ground where every second stretches, allowing ideas to mature slowly.

Lara told me a few things, not many, but enough to make me understand that this exhibition was an opportunity to show drawings and pieces that, for various reasons, had been discarded from other exhibitions. Material that remains, a junk drawer, a cabinet of curiosities. And the fact is that artists produce much more than what they show or manage to bring to the market. Overproduction? Not exactly. An archive or repository of evidence necessary in the search for results. A place that allows all possibilities to remain open and a reminder that creation is not an instantaneous act, but a process of slow gestation. Each sketch, each fragment of material, each small construction has an intrinsic value. It is a space for experimentation, for testing and letting ideas nurture and mature at their own pace. In the limbo of creation, the temporary lapses are not pauses, but a preparation: zones of reflection, search and discovery.

The walls of this exhibition are covered with small pieces of enamelled PVC (which Lara affectionately calls Frankensteins) and a series of watercolours awaiting the opportunity to become installations. They are exercises in composition that she shuffles in her head: precise drawings, made in graphite and watercolour, on grey laid paper, simple and vulnerable. Each stroke, each line, brings with it the promise of becoming a sculpture. They are blueprints waiting to give life to modular structures that defy convention, transform space and awaken the viewer’s curiosity. Architectures that could be based on playing with the material: PVC pipes facilitate construction, assembly and disassembly, in order to explore all possible options. Surprisingly, Lara does not build directly with the material. Previously, and exquisitely, she plays in her mind with the space, shaping her compositions with a pencil; creating pieces that intertwine, full of joints, elbows and connectors, and where the pipes are stripped of their utilitarian function to become carriers of a unique visual narrative, reminding us that beauty can be found in the most unsuspected places.

In this fast-paced society, where immediacy is valued above all else, waiting may seem like a contradiction. Yet it is precisely during these moments of apparent inactivity that true development and transformation take place. Each work presented here is a story in process, reminding us that in art, as in life, pauses and moments of reflection are essential. To meet again after fourteen years (in limbo) has been a great good fortune. A gift of shared experiences that, in Lara’s words, has closed a circle, but the truth is that it has opened many others.

Sara Vilar Garcia
Exhibition curator

Montaje y enmarcación: Gris Concepte

Diseño gráfico: Dídac Ballester

Fotografías: Raúl Belinchón

Publicación: Impresum

Colaboración:

Cervezas Alhambra

LAVAC. Asociación de Galerías de la Comunidad Valenciana

Asociación Nacional de Galerías de Arte

Assembly and framing: Gris Concepte

Graphic design: Dídac Ballester

Photographs: Raúl Belinchón

Publication: Impresum

Collaboration:

Cervezas Alhambra

LAVAC. Association of Galleries of the Valencian Community

National Association of Art Galleries